El 31 de octubre muchas personas celebran Halloween, sin duda el día más escalofriante del año. Sin embargo, en España es tradición celebrar cada 1 de noviembre el Día de Todos los Santos. En este post te dejamos algunas de las tradiciones más emblemáticas de este día, para que puedas vivirlo como un auténtico cartagenero.
Honrar a nuestros difuntos es algo que llevamos haciendo desde hace mucho tiempo y en muchas culturas diferentes. Los celtas, por ejemplo, celebraban el “Samhain” ya que dividían el año en dos partes, verano e invierno. Actualmente, nuestros amigos gallegos siguen manteniendo viva esta festividad, aunque su año cuenta con cuatro estaciones como el nuestro. Fueron los romanos quienes, al invadir las Islas Británicas, expandieron la tradición por el resto del mundo. Desde el siglo IV la Iglesia de Siria consagró un día para festejar a todos los mártires. Tres siglos después, el Papa Bonifacio IV, dedicó un templo cristiano a “Todos los Santos”. De hecho, la festividad se empezó a celebrar inicialmente en mayo, hasta que el Papa Gregorio III lo cambió al 1 de noviembre. Otro dato curioso es que la palabra “Halloween” procede de la contracción de All Hallows Eve o Víspera de Todos los Santos.
Como ves, la celebración del Día de Todos los Santos tiene un fuerte componente religioso. Una de las tradiciones más emblemáticas consiste en honrar a los difuntos visitando sus tumbas en el cementerio. Muchas familias dedican estos días a limpiar las tumbas de sus difuntos y a llevarles flores. Algunas de las flores más vistas en esta celebración son los crisantemos, los gladiolos o los claveles. Los crisantemos se caracterizan por su gran resistencia. Estos se pueden encontrar en varios colores, pero los más característicos para la fecha son el blanco que simboliza honestidad y amor leal; y el naranja, que simboliza amor delicado. Los gladiolos representan la ausencia de un ser querido, así como la ascensión del alma al cielo. Por su parte, los claveles también presentan una gran durabilidad. Según el color que se elija representan una cosa u otra. Por ejemplo, el rojo significa respeto a la persona fallecida; el blanco simboliza la pureza del alma y los amarillos ofrecen luz y armonia.
Si te gusta el dulce, es muy típico en esta fecha ver en las vitrinas de las pastelerías y cafeterías llenas de dulces típicos del Día de Todos los Santos. Los Huesos de Santo son un postre elaborado con pasta de almendras de color blanco y con forma cilíndrica, relleno de dulce de yema. Este típico dulce pretende recrear la forma de un hueso, de ahí su nombre. Junto a estos, puedes encontrar los Buñuelos de Viento. Estos pueden estar rellenos de crema, nata o incluso chocolate. Dice la leyenda que cada vez que te comes un buñuelo de viento, estas salvando un alma del Purgatorio. Ciertas o no las leyendas que se escuchan sobre estos dulces, te recomendamos que no te quedes sin probarlos, ya que las pastelerías no los elaboran todos los años y sería una pena perderse semejante manjar.
Una tradición muy típica, a la par que curiosa, de la Huerta Murciana es hacer la cama con mucho esmero. Se limpia la habitación y se ponen sábanas nuevas, con el objetivo de facilitar el descanso de las animas. Dice la leyenda que el Día de Todos los Santos, la línea que separa el mundo de los vivos del mundo de los difuntos es más fina. Por ese motivo muchas almas la cruzan y vuelven a su hogar para descansar. Además, antiguamente se decía que el regreso de las almas era para mucho más que descansar, ya que estas volvían para enseñar a sus familia donde habían escondido los ahorros o transmitir a los vivos algo que el fallecido dejó pendiente en vida.
Como ves, la cultura española y de la Región de Murcia, esconde un sinfín de secretos y leyendas interesantes que merece la pena conocer. Desde ESN Cartagena te animamos a que aproveches tu estancia como Erasmus en la ciudad, para poder disfrutar de todas las tradiciones posibles.