Irse de erasmus da vértigo, a veces mucho vértigo. Una experiencia internacional supone cambiar de país, de idioma, de cultura, probar una nueva gastronomía, conocer gente nueva, vivir en un sitio diferente. Preguntas como ¿estaré preparada para esto? ¿podré afrontar esta nueva etapa? ¿encajaré en mi nueva ciudad?, son algunas de las que se hacen todos los estudiantes mientras facturan su maleta y suben al avión camino a su destino erasmus.
Una vez en la ciudad los cambios a veces son duros. Un nuevo clima, perderse por las calles de Cartagena, no encontrar el horario de clase, encontrar piso, son actividades que forman parte del día a día de un erasmus en su primera semana. Por eso, los voluntarios y voluntarias de ESN Cartagena estamos ahí para acogeros con los brazos abiertos. Queremos haceros sentir como en casa, enseñaros nuestros rincones favoritos de la ciudad, compartir con vosotros noches en vela hablando sobre nada y todo a la vez, descubriros las mejores tapas de la ciudad y brindar a vuestro lado cada vez que vayamos a dar un sorbo a esa caña bien fresquita.
Este cuatrimestre a vuestro lado queremos ofreceros una experiencia inolvidable. Queremos que cuando volváis a casa vuestra maleta llegue llena de momentos que recordar, vivencias que compartir con vuestros amigos y que os llevéis un poquito de Cartagena y cada una de las personas que aquí habéis conocido. Sabemos que va a ser un año diferente, más cerca de lo que antes llamábamos normalidad, pero aún con algunas prohibiciones a causa de la Covid-19. Pero, sobre todo, esperamos que sea el mejor año de vuestras vidas.
Bienvenidos a vuestra segunda casa,
Las personas voluntarias de ESN Cartagena.